Aquà os dejo con un chiste que me llegó por mail.
Al llegar a sus 50 años, una mujer decide rejuvenecerse con una operación de cirugÃa plástica en la cara.
La mujer se gasta 17.000 â?¬ y se siente estupenda consigo misma al ver los resultados.
Al volver a casa, se detiene en un puesto de venta de periódicos, para comprar una revista.
Antes de irse, le dice al vendedor, «Espero que no se moleste si le pregunto algo, ¿cuántos años cree que tengo?»
«Alrededor de 32», responde el hombre.
«¡No! Exactamente tengo 50», contesta muy feliz la mujer.
Poco después entra en un local de McDonald’s y le hace la misma pregunta a la cajera.
La chica le contesta, «Yo dirÃa que alrededor de 29.»
La mujer le responde, con una amplia sonrisa, «No, tengo 50.»
A todo esto, ya la mujer se siente lo máximo en el mundo consigo misma.
Se detiene en una farmacia. Va al mostrador a pedir unos caramelos de menta y le pregunta al dependiente lo mismo.
El dependiente le contesta, «Oh, yo te calcularÃa 30.»
Orgullosamente, ella le replica, «¡Tengo 50, pero muchas gracias!»
Ya en la parada del autobus que la llevará a su casa, le hace la misma pregunta a un viejecito de aspecto inofensivo, que también está esperando.
Y le dice, «Señorita, yo ya tengo 78 años y mi visión es muy pobre. Sin embargo, cuando era joven, tenÃa un método infalible para averiguar la edad de una mujer.
Tal vez le parezca muy atrevido, pero necesito que usted me deje colocar mis manos dentro de su sostén. Sólo de esa manera y de ninguna otra, podré decirle EXACTAMENTE cuántos años tiene usted.
Esperan en silencio en la calle…
Siguen esperando en silencio en la calle vacÃa…
Hasta que ella no puede más con su curiosidad.
Ya sabemos como son las mujeres. ¿no?
Y de repente le dice Al viejecito,
«¡Qué diablos! ¡A ver, aplique su método!».
El anciano coloca sus manos bajo la blusa de ella y empieza a palpar muy despacio y suavemente.
Levanta cada pecho y delicadamente aprieta cada pezón, varias veces.
Ajusta un pecho con el otro y los frota entre sÃ.
Después de unos cinco minutos de esto, ella dice, «Está bien, está bien… ¿cuántos años tengo?»
�l da un último apretón a los pechos, saca las manos y dice, Señorita, usted tiene 50 años».
Muy sorprendida, la mujer dice, «Realmente es increÃble, ¿cómo hizo para saberlo?»
El anciano responde, «¿Me promete que no se enfadará?»….
«Se lo prometo», dice ella.
«Yo estaba detrás de usted en la cola en McDonald’s.»
Seguro que era rubia.
Jejeje, ¡bien por el viejo!
Que listo el abuelete jeje…
Muy bueno…
Sabe más el diablo por viejo…
jajajajaja que bueno. ahora mismo me voy al macdonall
Jaja excelente, esa experiencia no cualquiera la tiene.