El adiós del Pequeño Saltamontes

David Carradine

Hace dos días falleció en Bangkok David Carradine en circunstancias aún no aclaradas. El actor alcanzó su máxima popularidad en televisión, interpretando al experto en artes marciales Kwai Chang Caine de la serie Kung Fu, aunque las generaciones más jóvenes lo tendrán más fresco por su papel en Kill Bill. Su director, Quentin Tarantino, espabilado reciclador de celuloide de la B a la Z, probablemente tuvo en mente su icónica presencia en dicha serie a la hora de ofrecerle el papel de Bill, otro maestro de Karate. También es de destacar su papel en la recientemente remakeada La Carrera de la Muerte del Año 2000, o en el western Forajidos de Leyenda, junto a sus hermanos Robert y Keith.

Las artes marciales marcaron su carrera profesional, al menos desde el punto de vista de la caprichosa memoria popular, lo cual resulta paradójico, ya que, cuando desembarca en la serie Kung Fu durante la década de los setenta, no tenía ninguna experiencia en las mismas. �sto se nota bastante al revisionar cualquier capítulo de la serie, las escenas de lucha suelen resolverse de forma seca y cortante, y los movimientos de David Carradine palidecen en comparación con lo que se cocía por aquellos años en Hong Kong de la mano de la productora Shaw Brothers.

De hecho, el papel estuvo pensado en principio para Bruce Lee, que, según algunos de sus biógrafos, también concibió la idea original de la serie. Este rechazo motivó que Lee emigrara a Hong Kong y se abriera uno de los más brillantes capítulos en el cine de artes marciales. Curiosamente, ayer también falleció, de forma menos sonada, el actor Shek Kin, el villano antagonista de Lee en Operación Dragón.

Volviendo a David Carradine, hay que destacar que fue miembro de una ilustre familia de grandes actores secundarios como su padre John Carradine, habitual de John Ford, o su hermano Keith Carradine (Nashville, Los Duelistas), al que hace poco hemos visto en la segunda temporada de Dexter. La filosofía de todos ellos, especialmente del patriarca John, era no hacer asco a ninguna producción, por substandar que fuera. Así, la presencia de John Carradine ennoblecía productos como la Zíngara y los Monstruos o Billy the Kid Vs Dracula.

John Carradine

John Carradine en las Uvas de la Ira, de John Ford

En contraste, David Carradine fue un actor de registro más limitado, que hubiera pasado al olvido de no haber sido rescatado por el avispado Tarantino. Kill Bill es, sin lugar a dudas, su canto de cisne y la mejor película en la que participó. Su monólogo final sobre Superman es, por derecho propio, una de las grandes secuencias del cine moderno.

2 comentarios

  1. Espineli

    Recuerdo la serie Kung Fu y al tipo este que desdeluego no se le daba muy bien que digamos eso del Kung Fu, era como bien dices bastante torpe en sus movimientos. Y la verdad es que lo de «pequeño saltamontes» es lo primero que se me viene a la cabeza cuando me acuerdo de esta serie :p

  2. nandisko

    …soy más de Kunfu que de Kil Bill, de aquella cuando solo habia dos cadenas de t.v. y hechaban Kunfu, hay estaba yo…

    P.D.Seguro que ahora alguna cadena saca la serie a pantalla, como les gusta el morbo a estos miserables.

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