Once personas se aferraban a una misma cuerda que colgaba de un helicóptero, diez hombres y una mujer.
La cuerda no era lo suficientemente gruesa como para soportar el peso de todos, por lo que decidieron que una persona debÃa soltarse. De otro modo, todos caerÃan.
No lograban elegir quién serÃa esa persona, pero entonces la mujer, con voz firme, anunció que se ofrecÃa voluntariamente para soltarse de la cuerda.
Después de todo, dijo, estaba acostumbrada a relegar sus intereses propios, ya que:
- Como madre siempre daba prioridad a los hijos;
- Como esposa, anteponÃa los intereses de su marido a los propios,
- Como hija se doblegaba ante su padre,
- Como profesional permitÃa que sus jefes obtuvieran el crédito por sus logros.
- Como mujer, dijo alzando la mirada hacia el infinito y poniéndose una mano sobre el corazón, su misión en la vida era sacrificarse por los demás, sin esperar nada a cambio.
Eufóricos de emoción y orgullo, los hombres rompieron en aplausos… y ¡¡¡¡¡se cayeron los muy gilipollas!!!!!
Asà que ……. el genero masculino tome nota:
«Nunca os fiéis de la abnegación de la mujer, es noble pero no imbécil.»
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Real como la vida misma…
Jejejeje, vaya panda de gañanes!!!
A QUE BRUTOS Y QUE ANIMALES!!!