De dÃa y de noche, don Quatermain no hacÃa otra cosa más que leer el Interviú, hasta que a fuerza de tanto leer y tan poco dormir, se le secó el cerebro y se volvió loco. A veces soltaba de golpe la revista que tenÃa entre manos, blandÃa con fuerza «su vieja espada» y empezaba a…
Cuando acabes con Interviu, sigue con Elle, que viene la cara B…
Calla loco y no busques tu perdición, porque desde Sevilla hasta Orán he prometido defender el honor de la Señorita Escarlata y sus globos, dama ante cuya belleza palidecerÃa Helena la de Troya o la misma reina Ginebra, portadora de dos pares de razones fruto de su buen estado natural, no como la bruja Pataky cuya apariencia no puede sino deberse a algún encantamiento de los que se practican en la Ãnsula Corporis Es Tetica
¡Oh bellaco villano, malmirado, descompuesto, ignorante, infacundo, deslenguado, atrevido, murmurador y maldiciente! ¿Tales palabras has osado decir en mi presencia y en la destos Ãnclitos lectores, y tales deshonestidades y atrevimientos osaste poner en tu confusa imaginación? ¡Vete de mi presencia, monstruo de naturaleza, depositario de mentiras, almario de embustes, silo de bellaquerÃas, inventor de maldades, publicador de sandeces, enemigo del decoro que se debe a las reales personas! ¡Vete, no parezcas delante de mÃ, so pena de mi ira!
¿Qué tipo de encantamiento ha mudado vuestra razón? Sin duda el gigante Caraculiandro os ha sodomizado y hechizado con su corcel negro,llamado KITT y apodado «el caballo fantástico»
¡Amigo Garrafa, mi fiel escudero! pasadme el yelmo de Mambrino y mis armas blogueriles, que voy a desfacer este entuerto con este malandrÃn que ha osado mancillar el dulce nombre de mi señora!
Otia Quater! Un exceso de visión curvilÃnea ha afectado seriamente tu razón. Te recomiendo abras la ventana, y mires otra cosa más lejana que no sea papel a 20 cm. de tus ojos.
No me asustan tus improperios y amenazas, seguidor descarriado de la herejÃa conejera, pues de tus malas artes ya me advirtió Urganda la Desconocida, antaño protectora del glorioso AmadÃs y de aquel que lo superó en las armas y en la fé, el sinpar Esplandián. Más no temas que denuncie tus tropelÃas a los alguaciles, puesto que la prisión serÃa más bien un premio a tus acciones conociendo tus tendencias antinaturales y tu gusto por los efebos de cabeza rapada. El castigo a tu osadÃa no puede ser más que una justa contra servidor el que postea, Dorian el Caballero de la Carreta Fantástica, y que resueltamente ganaré puesto que la Verdad y por lo tanto Dios que es el único gran juzgador, están de mi lado.
Caballero de la Carreta Fantástica, cuyas hazañas hasta agora no han llegado a mi noticia, yo osaré jurar que jamás habéis visto a la ilustre Pataky; que si visto la hubiérades, yo sé que procurárades no poneros en esta demanda, porque su vista os desengañara de que no ha habido ni puede haber belleza que con la suya comparar se pueda; y asÃ, no diciéndoos que mentÃs, sino que no acertáis en lo propuesto, con las condiciones que habéis referido, aceto vuestro desafÃo, y luego, porque no se pase el dÃa que traéis determinado; y sólo exceto de las condiciones la de que se pase a mà la fama de vuestras hazañas, porque no sé cuáles ni qué tales sean: con las mÃas me contento, tales cuales ellas son. Tomad, pues, la parte del blog que quisiéredes, que yo haré lo mesmo, y a quien Dios se la diere, San Pedro se la bendiga.
Ja ja si quieres plagiamos al ilustre Cervantes conejero irredento.
Qué sepas que bajo el sobrenombre de el Caballero de la Carreta Fantástica se esconde uno de los más esforzados caballeros que el mundo haya conocido, y dejo a los lectores más avezados del blog el descubrir a quien me refiero.
Vengo a contender contigo y a probar la fuerza de tus brazos, en razón de hacerte conocer y confesar que mi dama, sea quien fuere, es sin comparación más hermosa que la Potraky; la cual verdad si tú la confiesas de llano en llano, escusarás tu muerte y el trabajo que yo he de tomar en dártela; y si tú peleares y yo te venciere, no quiero otra satisfación sino que, dejando las bitácoras y absteniéndote de crear nuevos blogs, te recojas y retires a tu lugar por tiempo de un año, donde has de vivir sin echar mano al portátil, en paz tranquila y en provechoso sosiego, porque asà conviene al aumento de tu hacienda y a la salvación de tu alma; y si tú me vencieres, quedará a tu discreción mi cabeza, y serán tuyos los despojos que hay en la carreta, y pasará a la tuya la fama de mis hazañas. Mira lo que te está mejor, y respóndeme luego, porque hoy todo el dÃa traigo de término para despachar este negocio.
¡Qué mal lo entiendes! Hágote saber, rufián de poca monta, que es honra de los blogueros andantes no postear en un mes o en un año como decÃs si es menester; y, ya que posteen, sea de aquello que hallaren más a mano; y esto se te hiciera cierto si hubieras leÃdo tantos blogs como yo; que, aunque han sido muchos, en todos ellos no he hallado asomo de esas tus supuestas hazañas.
Y a lo que yo veo, vos no sois caballero, sino gente soez. No sois merecedores de la sangre aventurera que recorre vuestras venas: la de vuestro afamado progenitor AmadÃs o vuestra madre Oriana de la Gran Bretaña. Y es que con gran acierto dijo el cura de mi pueblo sobre el libro que relata vuestras tropelÃas:
«Las sergas de Esplandián, hijo legÃtimo de AmadÃs de Gaula. Pues es verdad, que no le ha de valer al hijo la bondad del padre; tomad, señora ama, abrid esa ventana y echadle al corral, y dé principio al montón de la hoguera que se ha de hacer.»
HÃzolo asà el ama con mucho contento, y el bueno de Esplandián fue volando al corral, esperando con toda paciencia el fuego que le amenazaba.
En mucho yerras y poca atención prestas a mis palabras, pues si bien Esplandián fue justo y esforzado, mil veces más gallardo y valiente es el Caballero de la Carreta que pronto habrá de acometerte, vil follonero.
Escucha, mal caballero; detén un poco las riendas no fatigues las ijadas de tu mal regida bestia. Mira, falso, que no huyas de alguna serpiente fiera, sino de una corderilla que está muy lejos de oveja.
Tú has burlado, monstruo horrendo, la más hermosa doncella que la Blogosfera vio en sus páginas, que Google miró en sus cachés.
Cruel Vireno, fugitivo Eneas, Barrabás te acompañe; allá te avengas.
Seas tenido por falso desde Sevilla a Marchena, desde Granada hasta Loja, de Londres a Inglaterra. Si jugares al reinado, los cientos, o la primera, los reyes huyan de ti; ases ni sietes no veas.
Si te cortares los callos, sangre las heridas viertan, y quédente los raigones
si te sacares las muelas.
Cruel Vireno, fugitivo Eneas, Barrabás te acompañe; allá te avengas.
Poco asustan tus palabras prestadas al conquistador de la Guardia Dolorosa, al instrumento de la condena del ruin Meleagante. Enfunda tu imac y ensilla tu córcel bellaco pues no tengo todo el dÃa y ardo en deseos de googlear en el Melonar de Escarlata dueña de la más bella estampa descargada ahora y siempre por los hidalgos internautas.