Una pareja de ancianos entró a un local de Mac Donals y se sentó junto a una mesa donde unos jóvenes estaban cenando.
El anciano se acercó a la caja e hizo su pedido.
Luego, desenvolvió la hamburguesa, la cortó por la mitad y puso una mitad junto a su esposa, con mucho cuidado, contó todas las patatas fritas e hizo lo mismo.
Metió dos pajitas dentro del refresco y lo puso entre él y su esposa.
El anciano empezó a comer su media hamburguesa, la gente, se los quedó mirando con compasión.
Un joven se les acercó, y educadamente les ofreció comprarles otra ración de comida.
El anciano, respondió que no se molestara, que estaban acostumbrados a compartirlo todo.
La gente, se dio cuenta de que la anciana no habÃa probado bocado, sólo miraba como comÃa su marido, y de vez en cuando, bebÃa un poquito del refresco.
El joven se acercó otra vez y les repitió su oferta.
Esta vez fue la anciana la que le explicó que no, que ellos estaban acostumbrados a compartir todo.
El joven le pregunto a la anciana:
– Y ustedâ?¦ ¿qué está esperando?.
– Los dientesâ?¦
VÃa email.
Que bestia! Es el mejor chiste que he visto ahce tiempo! Buenisimo
Ahora mi duda, compartirán también la ropa interior? Porque podemos ver una escena del abuelo como la de los blogueros
Un saludo!
Que bueno el chiste Lara!! De ninguna manera te esperas el final