No recuerdo que edad tenía cuando al pasar por delante de una obra un empleado de la construcción me dijo un «piropo» por primera vez; y está claro que, seas guapa o fea, ellos siempre tienen alguna palabra para ti. Lo que sí recuerdo es que me sentaba muy mal, fuera borde o no.
Casi siempre se repetía la misma escena: tú ibas andando por la calle y antes de que llegaras a la altura donde se encontraban ellos, uno empezaba a mirarte y le llamaba la atención al resto de los compañeros. Conforme te acercabas a ellos los veías hablar y reírse mientras seguían mirándote, y pensabas: «verás cómo estos capullos me dicen cualquier grosería, a saber lo que están hablando y pensando, serán guarros…». El caso es que daba igual lo que te dijeran: «¿qué pasa guapa?», «¿quieres que te dé un besito?» En ese momento te mordías la lengua y seguías andando como si no existieran.
Ojalá hubiera tenido el valor de mi amiga Viki, que en un ocasión íbamos andando por la calle y vimos cómo un grupo de muchachos se aproximaba a nosotros, mirándonos y riéndose. Cuando llegamos a su altura mi amiga empezó a piropearlos a ellos: «Tíos buenos, guapos…». A los muchachos se les fue la risa y salieron corriendo . Yo en un primer momento me quedé perpleja, pensaba que mi amiga se había vuelto loca. Después me explicó que lo había hecho para evitar que ellos se metieran con nosotras.
Con el paso de los años mi actitud ante estas situaciones ha cambiado. El tiempo no pasa en balde para nadie y, nos guste o no, cuando te miras en el espejo lo ves, aunque tampoco hace falta que nadie nos lo recuerde . Cuando una supera los 30 empieza con las neuras de «qué gorda estoy, que vieja me veo…». Hay días en que tu estado de ánimo está por los suelos, es más, te miras en el espejo y te ves fatal, y entonces te paras a pensar cuándo fue la última vez que tu pareja te dijo algo bonito… y la cosa se pone más negra cuando no eres capaz de recordarlo 🙁
Bueno, el caso es que hace unos meses me encaminaba hacia el trabajo y al pasar por una obra los trabajadores empezaron a decirme piropos, y por primera vez no me sentaron mal; al contrario, me levantaron mi autoestima. Vamos, que me entraron ganas de volver a pasar otra vez por delante. Quién me lo iba a decir
Ayer, cuando salía del trabajo, pasé por una obra y cuando estaba pasando por delante de los obreros oigo lo siguiente:
A esta mujer hay que respetarla
En ese momento me quedé petrificada, no sabía si reírme o llorar. Lo que me había dicho ¿era bueno o era malo? … Respetarme a mí ¿por qué?, ¿acaso tengo cara de teniente O’Neill? Respeto se tiene por la personas mayores, ¿me habrá llamado vieja?… a lo mejor no me lo ha dicho a mí, pero si no hay nadie más, ¡oi oi oi!… ¿pero este tío, a qué colegio ha ido?
Intentaba buscar alguna explicación que me gustara, pero lo único que encontraba era todo lo contrario. Con lo fácil que hubiera sido decir «guapa», «fea»,… yo qué se, cualquier cosa que no dé lugar a múltiples interpretaciones.
Vaya tardecita que me dieron esas palabritas. Igual que se te mete una canción en la cabeza y no dejas de tararearla, dicha fracesita se me metió y no dejaba de repetirse: «A esta mujer hay que respetarla»…»A esta mujer hay que respetarla»…»A esta mujer hay que respetarla»…
¿Qué es lo que quiso decir? ¡la madre que lo parió!
La siguiente lista me llegó vía e-mail y según parece es un compendio de los mejores piropos recogidos por un equipo de investigación durante los últimos tres años recorriendo diferentes puntos de la geografía española. Veamos cómo estos mercenarios del andamio piropean a las bellas damas que por su trabajo se acercan.
- ¡¡¡Me gustaría que fueses un pollo para meterte el palo por el culo y hacerte sudar!!!
- ¡¡¡Morena!!! ¡¡¡Que necesitas señalización!!! ¡¡¡Qué con tantas curvas, uno se mata!!!
- ¡¡¡Si estás así de verde, cómo estarás de madura!!!
- ¡¡¡Tanta carne y yo en cuaresma!!!
- ¡¡¡Ay, qué curvas!!! ¡¡¡Y yo sin frenos!!!
- ¡¡¡Dime quién es tu ginecólogo para chuparle los dedos!!!
- ¡¡¡Mozaa!!! ¡¡¡Tienes dos ojos como dos sartenes, que cuando te los miro se me fríen los huevos!!!
- ¡¡¡Niña!!! ¡¡¡Estás más apretada que los tornillos de un submarino!!!
- ¡¡¡Quién fuese bizco para verte dos veces!!!
- ¡¡¡María!!! ¡¡¡Tienes unos ojos que…, que…, que te comería todo el coño!!!
- ¡¡¡Si fueras barco pirata te comería el tesoro que tienes entre las patas!!!
- ¡¡¡Señora!!! ¡¡¡Le cambio la hija por un piano y así tocamos los dos!!!
- ¡¡¡Sería capaz de follarme a tu perro para entrar en tu familia!!!
- ¡¡¡Estás tan buena que te haría un traje de saliva!!!
- ¡¡¡Con ese culo te invito a cagar en mi casa!!!
- ¡¡¡Si me caigo ya sé dónde agarrarme!!!
- ¡¡¡Preciosa!!! ¡¡¡Con esa mirada tan dulce me dan ganas de chuparte un ojo!!!
- ¡¡¡Mozaa!!! ¡¡¡Si tu culo fuera un banco te la metería a plazo fijo!!!
- ¡¡¡Eso son carnes y no las que hecha mi madre al cocido!!!
- ¡¡¡Eres más enrollada que las pelotas de mis pinreles!!!
- ¡¡¡Estás tan buena que te comería con ropa y todo, aunque estuviera un mes cagando trapos!!!
- ¡¡¡Eso sí que es un culo y no lo que quita mi madre a los tomates!!!
- ¡¡¡No te lo vas a creer, pero yo hace 30 segundos era maricón!!!
- ¡¡¡Con un culo tan bonito tienes que cagar bombones!!!
- ¡¡¡Te comería y me cosería el culo para no cagarte!!!
- ¡¡¡Guapa!!! ¡¡¡Que meas colonia!!!
- ¡¡¡Si tu fueras mi madre, mi padre dormía en la escalera!!!
- ¡¡¡Guapa!!! ¡¡¡Te voy a dar raboterapia!!!
- ¡¡¡Tienes un polvo que no te lo quita ni el «Centella»!!!
- ¡¡¡No tengo pelos en la lengua porque tú no quieres!!!
- Bueno, ¿qué? ¿Digo alguna tontería o me la chupas aquí mismo?
- ¡¡¡Los que se echan un paja pensando en ti mueren de sobredosis!!!
- ¡¡¡Dime cómo te llamas y te pido para los Reyes!!!
Una cosa es cierta. Creo que cuando se es más joven, edad en la que la belleza destaca más que en otras edades, no se valora suficientemente este don. Tu misma, Mina, has dado el ejemplo que creo es el más extendido, de que te llegaba a molestar incluso, el hecho de que otra persona, en este caso un hombre, estimara y expresara lo increible de esta belleza (entiendo que hay que echar de comer aparte a algunos energumenos). Sin embargo, cuando se intuye que esta belleza ya no es lo que era, que ya no se admira, que ya no provoca, se produce el efecto contrario, se echa de menos, se necesita, se añora. Con la edad, se va cogiendo perspectiva de lo que es la vida y de lo que es mas importante en cada momento. Este pensamiento mío siempre me lleva a otro en el que creo que si alguna vez pudieramos reencarnarnos pero con la memoria intacta de la anterior vida, apreciaríamos mucho mas, entre otras cosas, la belleza de la juventud. Sin molestias, sin vergüenzas, sin pudores y con mucha naturalidad. (joer que profundo me he puesto, ¿no? sin quererlo ni ná oye. solo falta la musiquilla de fondo).
¿alguien mas piensa como yo?
La expresión «meterse con vosotras», empleada al término del tercer párrafo, no me parece para nada adecuada.
Piropear, aun cuando sea de forma tan soez como describes, es sólo una manifestación de los sentires que bullen en el bajo vientre. Y si los obreros no conocen otro modo de expresarse, ¿qué culpa tienen ellos?
No todo el mundo puede admirar el envoltorio de una dama y declamar un soneto como por inspiración divina.
Y en el fondo, a veces muy en el fondo, a las tías os encanta que os digan guarradas.
A mí todo esto, lo que me trae a a la mente es el famoso cortometraje «Mi señora» ¡Qué bueno!
Capitán Nemo, no creo que la juventud sea el momento en el que la belleza destaque más, hay personas que con la edad ganan.
, en lo demás estoy de acuerdo contigo. (Bonitas palabras :-)
El Tipo de la Brocha, no entiendo porque consideras inadecuada esa expresión, cuando sucedieron los hechos eran las tres de las madrugada estos chicos venían borrachos, nos miraban, se reían y cuchicheaban, por experiencia ya sabías lo que iba a pasar. Si yo hubiera ido sola pues hubiera tenido que morderme la lengua y seguir como sino hubiese pasado nada. Seguro que una mujer me entiende perfectamente 🙁
Veras a mi lo que me molestaba de este tipo de cosas, dejándo a parte a los «piropos» groseros, e irrespetuosos, no era que fuese más bonito o menos bonito el piropopo, o que estuviese mas o menos elaborado, sino que el simple hecho de que me lo dijeran me hacía avergonzarme y sentirme incómoda.
Y para nada estoy de acuerdo con eso de que a las tías nos gusta que nos digan guarradas, no será que es a los tíos a los que les gusta decir guarradas
A mí no me gusta decir guarradas. Creo que todos hemos sido malinterpretados.
Me ha venido a la mente un piropo que le dijeron a mi madre cuando era jovencita «niña, que tienes los ojos como mis calzoncillos, negros y rajaos»
wolax
jaajja
de lo k estan
pues ami me an dicho uno k otra paresido
pero
aki uno k
otro esta muy
grosero
bueno
adios
les dejo
el korreo de unas de mis amigas k tiene un
tremendo kulo…
jajaja
es
karen_aimee@hotmail.com
pero no digan k yo se los di ok