Juan iba andando por el pasillo de la oficina cuando se encuentra a su jefe con un paquete de hojas frente a la trituradora de papeles. El jefe parece desconcertado, mirando a un lado y otro de la máquina sin saber cómo utilizarla.
Juan se acerca y muy amablemente le dice:
– ¿Le ayudo?
El jefe, agradecido, contesta:
– Muy amable, parece ser que no me llevo muy bien con estos aparatos modernos.Juan toma el paquete de papeles, los coloca en una ranura, le da a un botón y se oye el sonido de los papeles cuando se hacen trizas. Entonces se vuelve y le dice a su jefe:
– ¿Ve qué fácil?
Y el Jefe pregunta:
– ¿Y por dónde salen las copias?
Nunca, nunca de debe hacer un favor. Los favores siempre se pagan.