Me encanta la gente que es capaz de hacer filigranas con las palabras y el lenguaje y crear auténticas obras de arte a partir de un juego o un reto. En concreto, el jugar con las vocales. Si piensan que escribir una frase utilizando sólo una vocal es fácil, tal vez tengan razón (depende de la vocal) pero escribir todo un texto, amplio y con sentido, es ya toda una hazaña. En Un inciso, oiga tienen, para empezar, algunos textos monovocálicos bastante buenos (yo les pongo sólo un aperitivo de cada uno, pulsen en el enlace para leerlos enteros):
Con la A:, de Mateo Soto
A la mañana, Ana sacaba la sábana blanca ya lavada. La amarraba a la cama, la aplana, llamaba a la mamá:
-¡Mamá, mamá, acá, la cama ya va acabada!
La mamá Sara, andaba callada, cara a cara, rara, afanada bajaba a la playa. Ana, Sara, las damas amaban la playa, la mar, la mar blanca, la mar plata, la mar brava, a Matalascañas alabada, tan agasajada�
[…]
Con la E:, de Juan Labarca
En el vergel del Edén, embébese Esther del leve mecer del relente:
-Excelente, vegeté tres meses en el éter… ¡fetén!
De repente Pepe, ese mequetrefe que es el gerente de Mercedes Benz, se yergue de entre el verde césped, emergente el repelente pene.
Esther se estremece:
-Behj, ¡qué peste! ¿Qué pesebre es este?
[…]
Con la O:, de León Gieco
Nosotros no somos como los Orozco,
yo los conozco, son ocho los monos:
Pocho, Toto, Cholo, Tom,
Moncho, Rodolfo, Otto, Pololo.
Yo pongo los votos sólo por Rodolfo,
los otros son locos, yo los conozco, no los soporto.
Stop. Stop.Pocho Orozco:
Odontólogo ortodoxo, doctor
Como Borocotó
Oncólogo jodón Morocho tordo
Groncho jocoso
Trosko
Chocó con los montos
Colocó Molotov. Bonzo.[…]
Con la I y la U es bastante más difÃcil. Si alguien encuentra alguno que no deje de avisar.
En el lado opuesto se encuentra la gente que decide elaborar un texto sin usar en ningún momento una vocal dada. Esto puede parecer infinitamente más fácil pero, ¿se imaginan escribir todo un libro as� Eso ya es otra hazaña ¿verdad?
Tal es el caso de George Perec, escritor francés, verdadero prestidigitador de las palabras que en 1969 escribió «La desaparición» (La disparition), una novela de intriga que trata sobre «algo» que ha desaparecido. Al final del libro se desvela el misterio: lo que ha desaparecido es «la letra E». Y el lector, maravillado, comprueba que, efectivamente, no aparece ninguna «E» en todo el libro.
No menos encomiable ha sido la labor de traducción al castellano de dicho libro, aquà llamado «El secuestro» dónde únicamente se ha cambiado, por cuestiones idiomáticas, la letra desaparecida, ahora la «A», que es la que no aparece en ningún momento del libro.
Ah, y si les gustan estos temas y los juegos de palabras, no dejen de leer un libro que hará sus delicias: La tienda de palabras, de Jesús Marchamalo. Se lo recomiendo o, sólo con la E: ¡es excelente!
Como ya dije en el post del Blog Day, me ha encantado esos post monovocálicos, son geniales.
Sobre todo el de la E. Me jarté de reir. mu bueno.
¿Cual, la de mi moto alpina pero con la E?
oye ustedes son tontos o se hacen jajajajakjaj
les tiro
jjajajajajajajajajajajajkaj
toy o puros toyers jejejejeje

ce te agradece
el de la «E» me va a servir como una de mis tareas =)
gracias
ola
Y pq no te kalhas