En la antigua religión Sumeria, que se extendió entre los valles del Tigris y el Eufrates (actual Irak, Siria y TurquÃa), desde el 4000 a. de C. hasta bien entrado el primer milenio a. de C., existÃa un dios, Enki, que regÃa la ciudad templo de Eridu, cerca de la desembocadura del Eufrates (por cierto, que algunos arqueólogos sitúan la Babel bÃblica en esta ciudad). Enki, en algunas versiones de la mitologÃa sumeria, crea a la humanidad a partir de barro, y uno de sus nombres era «Dios de la Casa del Agua». Las tablas sumerias conservadas nos enseñan que Enki era el dios de la purificación en los rituales del agua conocidos como «casa del bautismo» o «casa de la ablución».
Uno de los últimos sacerdotes babilonios, de nombre Berossos, que vivió en el S. III a. de C. y fue autor de una «Historia de Babilonia» hoy perdida, traduce el nombre del dios Enki al griego por Ioannes, que en latÃn serÃa Johannes, en hebreo Yohanan y en español Juan: Juan el Bautista y la idea de la purificación bajo el agua. ¿Extrañas coincidencias?
La información la he sacado, básicamente, del libro Máscaras de Dios: MitologÃa Oriental, de Joseph Campbell, y la he complementado con piezas de información de la Wikipedia.
Pues creo que sÃ, que debe de tratarse de una coincidencia, quiero decir que no creo que esto pueda indicar que Juan el Bautista fuese un personaje ficticio inventado por la tradición cristiana, ya que Juan el Bautista es un personaje histórico reflejado no sólo en los evangelios, sino también en las crónicas de los historiadores de la época, como por ejempo Flavio Josefo, que menciona en su libro «Antgüedades judÃas» (Ant., XVIII, v, 2) su muerte por orden de Herodes Antipas (mientras Salomé bailaba la Macarena)
Una explicación podrÃa ser que Juan no se llamara inicialmente asÃ, pero al dedicarse «al bautismo» se cambiara el nombre por el más apropiado de Yohanan asociado, como cuentas, desde tiempos remotos a la purificación del agua.
Esa segunda posibilidad que citas me parece bastante plausible, y también puede ser una simple coincidencia, por supuesto. La historia me pareció bastante curiosa cuando la leÃ, aun cuando se tratara de una casualidad. Por cierto, que historiadores que mencionen a Juan sólo conozco uno, el tal Flavio Josefo, ¿qué otros hay?