SÃ, ya sé que este texto es muy antiguo, lo vi por primera vez hace 10 o 15 años en la revista satÃrica universitaria de la Facultad de Ciencias de Granada «Radikal Al-Kilo» (en la que por cierto publicaron alguna tonterÃa mÃa) y es un texto que me encanta. Luego, con esto de internet, ha aparecido en varias páginas y en varios mails, pero no he podido resistir ponerlo aquà por si alguien de todas formas no lo conoce.
Creo que no es necesario tener grandes conocimientos de matemáticas para disfrutar del texto, aunque es cierto que a mayor conocimiento se hace más divertido pues se comprende lo bien construidas que están las metáforas con términos matemáticos, especialmente la parte del encuentro sexual y posterior embarazo. Sencillamente genial.
Romance de la Derivada y el Arcotangente
Veraneaba una derivada enésima en un pequeño chalet situado en la recta del infinito del plano de Gauss, cuando conoció a un arcotangente simpatiquÃsimo y de espléndida representación gráfica, que además pertenecÃa a una de las mejores familias trigonométricas.
En seguida notaron que tenÃan propiedades comunes.
Un dÃa, en casa de una parábola que habÃa ido a pasar allà una temporada con sus ramas alejadas, se encontraron en un punto aislado de ambiente muy Ãntimo. Se dieron cuenta de que convergÃan hacia lÃmites cuya diferencia era tan pequeña como se quisiera. HabÃa nacido un romance. Acaramelados en un entorno de radio épsilon, se dijeron mil teoremas de amor.
Cuando el verano pasó, y las parábolas habÃan vuelto al origen, la derivada y el arcotangente eran novios. Entonces empezaron los largos paseos por las asÃntotas siempre unidos por un punto común, los interminables desarrollos en serie bajo los conoides llorones del lago, las innumerables sesiones de proyección ortogonal.
Hasta fueron al circo, donde vieron a una troupe de funciones logarÃtmicas dar saltos infinitos en sus discontinuidades. En fin, lo que eternamente hacÃan los novios.
Durante un baile organizado por unas cartesianas, primas del arcotangente, la pareja pudo tener el mismo radio de curvatura en varios puntos. Las series melódicas eran de ritmos uniformemente crecientes y la pareja giraba entrelazada alrededor de un mismo punto doble. Del amor habÃa nacido la pasión. Enamorados locamente, sus gráficas coincidÃan en más y más puntos.
Con el beneficio de las ventas de unas fincas que tenÃa en el campo complejo, el arcotangente compró un recinto cerrado en el plano de Riemann. En la decoración se gastó hasta el ultimo infinitésimo. Adornó las paredes con unas tablas de potencias de «e» preciosas, puso varios cuartos de divisiones del termino independiente que costaron una burrada.
Empapeló las habitaciones con las gráficas de las funciones mas conocidas, y puso varios paraboloides de revolución chinos de los que surgÃan desarrollos tangenciales en flor. Y Bernouilli le prestó su lemniscata para adornar su salón durante los primeros dÃas. Cuando todo estuvo preparado, el arcotangente se trasladó al punto impropio y contempló satisfecho su dominio de existencia.
Varios dÃas después fue en busca de la derivada de orden n y cuando llevaban un rato charlando de variables arbitrarias, le espetó, sin más:
– ¿Por qué no vamos a tomar unos neperianos a mi apartamento? De paso lo conocerás, ha quedado monÃsimo.
Ella, que le quedaba muy poco para anularse, tras una breve discusión del resultado, aceptó.
El novio le enseño su dominio y quedó integrada. Los neperianos y una música armónica simple, hicieron que entre sus puntos existiera una correspondencia unÃvoca. Unidos asÃ, miraron al espacio euclÃdeo. Los astroides rutilaban en la bóveda de Viviany… ¡Eran felices!
– No sientes calor? – dijo ella
– Yo sÃ. Y tu?
– Yo también.
– Ponte en forma canónica, estarás mas cómoda.
Entonces el le fue quitando constantes. Después de artificiosas operaciones la puso en paramétricas racionales…
– ¿Que haces? Me da vergüenza… – dijo ella
– Te amo, yo estoy inverso por ti… ¡Déjame besarte la ordenada en el origen…! ¡No seas cruel…! ¡ven…! Dividamos por un momento la nomenclatura ordinaria y tendamos juntos hacia el infinito…
El la acaricio sus máximos y sus mÃnimos y ella se sintió descomponer en fracciones simples.
(Las siguientes operaciones quedan a la penetración del lector)
Al cabo de algún tiempo la derivada enésima perdió su periodicidad. Posteriores análisis algebraicos demostraron que su variable habÃa quedado incrementada y su matriz era distinta de cero.
Ella le confesó a él, saliéndole los colores:
– Voy a ser primitiva de otra función.
El respondió:
– PodrÃamos eliminar el parámetro elevando al cuadrado y restando.
– ¡Eso es que ya no me quieres!
– No seas irracional, claro que te quiero. Nuestras ecuaciones formaran una superficie cerrada, confÃa en mi.
La boda se preparó en un tiempo diferencial de t, para no dar que hablar en el cÃrculo de los 9 puntos.
Los padrinos fueron el padre de la novia, un polinomio lineal de exponente entero, y la madre del novio, una asiroide de noble asÃntota.
La novia lucÃa coordenadas cilÃndricas de Satung y velo de puntos imaginarios.
Oficio la ceremonia Cayley, auxiliado por Pascal y el nuncio S.S. monseñor Ricatti.
Hoy dÃa el arcotangente tiene un buen puesto en una fabrica de series de Fourier, y ella cuida en casa de 5 lindos términos de menor grado, producto cartesiano de su amor.
Autor: La Jaca Jacobiana
como puedo conseguir dibujos de derivadas y arcotangentes che.. por q tengo torneos matematicos en la escuela y me pide que haga un video con el cuento »romance enrte la derivada yel arcotangente»… por favor respondan rapido mcuhas gracias atentamente desde pinamar
ES MUY BUENA LA HISTORIA, ME PERMITIO INDAGAR MAS PARA CONOCER ESA HISTARIA DE AMOR… UUFFF QUEDA DESMOSTRADO QUE LAS MATEMATICAS ESTAN PRESENTE HASTA EN EL AMOR

Es muy bueno, descubri que desconzco mucho de las matematicas